
Das Gold im neuen Altgeist
El oro volverá
La hija del Rin añora el oro que se robó de las profundas aguas azules de las cuales si misma se formó. El rojo que la cubre se ha puesto más intenso, y la suave luz dorada la ilumina. Sabe que los que se deleitan por encima del Rin en la ciudad de los dioses son falsos. El oro que habÃan forjado en un anillo se devolverá un dÃa al rÃo y será refinado, y ella será reunida con lo que se le ordenó que amara y protegiera. and protect.
4. Las olas
Las aguas del Rin se levantan en oleadas y sus colores se hacen inquietos con el clamor de las hijas. El río crece e inunda sus orillas, despertando toda la naturaleza, que lucha para contener las fuerzas que la amenazan. Entre el tumulto, las hijas del Rin, abrumadas de anhelo por el oro robado, se acuerdan con angustia de su luz que moraba antiguamente con ellas.


Guardia firme por el rÃo Rin
No lleva uniforme militar, no se oye el repiqueteo de las espadas ni los choques de armadura en su guardia. No hay ninguna gloria heróica, ni siquiera unas palabras humildes o sacrificios que le traiga el honor. Las aguas azules que la cubren y la perturbación roja que mueve sobre las aguas son su defensa. Su guardia es verdadera; el linde queda aquÃ.
Retumba un grito de truenos
Un trueno la despierta al pintar un relámpago la oscuridad en blanco. La hija del Rin escucha. La naturaleza durmiente a su alrededor se ilumina momentáneamente con una luz brillante. Su presencia está quieta e inmóvil, mas ineludible. Encontrándose la hija de nuevo en la oscuridad, la nitidez del momento persiste, segura y oculta.

Echó su anillo en el fuego
Transida y tentada hasta la desesperación, la hija del Rin tiene en las manos la creación de su misma razón y sus mismas manos. Ésta está quemando en el fuego, pero no se atreve a salvarla. La desesperación de seguir con su propia voluntad supera la de rendirla al oro del Rin.

Hands
The hands with which this Rhine daughter has built her kingdom are cringed. There is pain and fear on her face. Her joy in building has turned to despair.







